La mañana se presentó desapacible para la Sociedad Deportiva de Cazadores Santa Marta, afincada en la localidad onubense de Santa Olalla del Cala, el pasado domingo nueve de enero, día en el que sus socios tenían previsto realizar el segundo gancho de la temporada.Las manchas a batir eran el Gandul y Solana de Montaño, dos sierras de apretadas coscojas que, según los rastros, se esperaban bien cargadas de cochinos.
La junta de monteros se daba en la restaurada casa de los Llanos de Bembeje. De esta forma, sobre las ocho de la mañana se encontraban allí todos los asistentes. Tras la organización de la directiva y el desayuno se procedió al sorteo de los 30 puestos que iban a cerrar la mancha, repartidos en tres cierres y tres traviesas.
Con la sierra cubierta con una ligera niebla, pero manteniendo las normas de seguridad, salieron los tres cierres, dándoles tiempo para ser montados. Seguidamente salían las tres traviesas, con lo que la mancha quedaba cerrada, a la espera de que en torno a las 11:15 de la mañana se soltasen las cinco rehalas que iban a batir el mojado monte, ya que sobre esa hora la lluvia hizo acto de presencia y empeoraba la situación del tiempo y el trabajo de los perros.
Con la suelta se empezaron a mover las primeras ciervas, acompañadas de algún venado que iba entrando en las puertas, escuchándose así los primeros disparos. Los monteros, con todos los sentidos alerta, muy especialmente en un día así debido a la situación climatológica, iban viendo cómo a media mañana el tiempo empezaba a mejorar y con ello a animar la montería, puesto que con el cielo despejado se podía disfrutar de las buenas vistas de la mayoría de los puestos.
Con la mañana buena, perros, perreros y monteros disfrutaban de la caza y, sobre todo, los cochinos eran los que se empezaban a mover de manera más continua, repitiéndose de aquí hasta el final ladras, carreras, disparos, hasta que el sonido de las caracolas de los distintos perreros daba la montería por concluida.
Recogidas las armadas se procedió a sacar las reses del monte, que aún con mucha agua, hacía difícil su recogida, pero con la directiva, socios y la ayuda de la mayoría de los monteros asistentes ésta se hizo rápida. Con todas las reses en los remolques se volvía a la casa para allí disfrutar de un estupendo arroz elaborado por "Leo".
Tras la comida, las reses fueron llevadas al matadero. Al final, el resultado no fue el esperado, cobrándose dos jabalíes, tres venados y tres ciervas, fundamentalmente debido al mal tiempo y al desacierto de monteros, a pesar de que casi todos los puestos tiraron reses o las vieron.
También cabe destacar el buen trabajo de perros y perreros, ya que con el monte mojado se hacía difícil echar los cochinos de sus encames. Mencionar como mejor armada la traviesa en la pared, que separaba la solana de la umbría, cobrándose allí dos venados y dos jabalíes.
La próxima cita para esta pequeña sociedad de Santa Olalla del Cala será para el día 23 de enero, en la que montearan en la finca Santa Marta.
Fuente: Smunval.
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